Las ventajas del tiempo libre

Estar en el paro tiene dos ventajas principales:

-La primera es la alta disponibilidad. Desde que estoy en esta situación, todo el mundo me llama para jugar al pádel cuando les falla un jugador. Saben que siempre estoy en la brecha.
-La segunda es que ahora tengo tiempo para leer la prensa y ver la tele. Gracias a ello puedo acceder a las explicaciones que dan los expertos en economía de la situación de las empresas en la crisis actual. Y la verdad, me río mucho con algunos.
Casi todos coinciden en que la crisis es culpa del sistema financiero, que volvió a desarrollar un nuevo timo piramidal con la reventa de los riesgos, como ya hicieron en ocasiones anteriores con las acciones y las ventas de futuros. Pero esto no explica muchas otras cosas.
Por ejemplo, no explica porque muchos bancos y cajas españoles han llegado a la situación de falta de liquidez actual. Ellos son los que analizaban a los promotores y clientes a los que les dejaban el dinero. Tenían todos los datos para saber que no les quedarían ingresos para mantener un saldo razonable en la cuenta corriente. De hecho, en el banco que yo trabajaba hicieron un sesudo estudio para analizar esta falta de liquidez. Llegaron a la conclusión de que sobraban dos direcciones generales y se las pulieron. También llegaron a otra decisión genial: había que mejorar los intereses en cuenta corriente para atraer a nuevos clientes, como hacían otras entidades. De esa manera, siguieron teniendo el mismo dinero (los clientes nuevos que llegaban sustituían a los que se iban a esas otras entidades) pero mucho más caro.
Tampoco explican por qué las ventas de viviendas al mercado sajón, muy importante en la zona mediterránea, se hundieron mucho antes de la crisis. Los británicos se hartaron de que se les timara con promociones que no tenían las licencias necesarias, o sospechaban que ellos pagaban bastante más por un apartamento que un español, como registraban las escrituras (cosas del dinero negro). Bastan unos pocos casos (y no fueron tan pocos) para que la noticia corriera como la pólvora. Son sajones, pero no tontos.
Otros ejemplos:
- Tele 5 no hace más que echarle la culpa de sus resultados a TVE por juego desleal en la venta publicitaria. Por supuesto no influye para nada que lleven meses fracasando con los nuevos programas que lanzan, y que su fórmula de programación haya caducado.
-Las grandes superficies le echan toda la culpa a la caída del consumo. No parecen caer en la cuenta que han crecido desmesuradamente, abriendo centros por doquier, y que no hay consumidor para tanta cajera.
-La crisis en España ha parado el desarrollo tecnológico. ¿Qué desarrollo tecnológico? Podemos incluir a Zara en el grupo de empresas innovadoras, pero, ¿hay alguna más?
-Las compañías de automoción americanas culpan a las pensiones de sus ex trabajadores de la situación actual. Que sus coches sean los menos valorados en el mercado incluso por los estadounidenses, tan chauvinistas ellos, no influye realmente en la bajada de las ventas.
Entiendo que todas estas cosas no las cuenten los responsables de las compañías, porque si lo hicieran entrarían a engrosar las listas de jugadores potenciales de pádel. Pero me sorprende que no haya casi analistas que digan que una de las razones principales de la crisis actual es que las empresas se han olvidado de sus objetivos principales (lo que venden) y se hayan dedicado a jugar al Monopoly, o peor aún, al póker.

Mientras que en las empresas sigan mandando los perfiles financieros y de recursos humanos, podemos darnos todos por jodidos. Los números siempre cuadran en un PC, si construimos los resultados de abajo a arriba. Es decir, marcamos cuanto vamos a ganar, y de ahí calculamos cuanto tenemos que vender. Da igual que haya mercado o no. Si no lo hay, compramos otra empresa que tenga ventas o caja, y/o echamos a gente para reducir gastos. Es realmente sencillo el modelo. Tan sencillo como falso.

Si no me creen sólo tienen que mirar a las empresas que menos están sufriendo la crisis, que curiosamente son empresas que tienen claros sus productos: Santander, Zara, Telefónica, Apple, Porsche, Nintendo, Alfredo’s Barbacoa, por poner algunos ejemplos.