Ahora resulta que los grandes padres de la patria han descubierto que la culpa del déficit público es de la economía sumergida. Que si el calculado 25% del PIB submarino aflorara ya no habría más déficit. No voy a entrar en grandes discusiones macroeconómicas sobre si la economía sumergida aumenta el déficit, amortigua el efecto del paro o hace ambas cosas a la vez. Pero lo que si voy a cuestionar es que los políticos lo hayan descubierto ahora. Si en vez de seguir la ley del silencio para mantenerse en las listas de sus partidos, a colaborar por acción u omisión en que sus compañeros de profesión se llenen las alforjas ilegalmente, ó a ambas cosas a la vez, se hubieran parado a mirar a su alrededor lo habrían detectado hace tiempo. Porque pistas, haberlas “haylas”.
-En algunos ambientes se comenta que existen dos precios de venta en las operaciones inmobiliarias, el escriturado y el real. Algunos llegan a afirmar que estos diferenciales son conocidos por los registradores de la propiedad, tasadores, hipotecadores y demás miembros del cortejo inmobiliario de las constructoras, cajas y bancos. Incluso algunos más atrevidos aseguran que en las firmas de compra/venta los notarios se salen de la sala para que los firmantes “puedan hablar de sus cosas”.
-En algunos ayuntamientos se sospecha que a algunas viviendas a las que se les ha estado cobrando el IBI e incluso avalando su financiación mediante las Cajas pueden estar en situación irregular, no tener permiso de habitabilidad e incluso ni tan siquiera permiso de edificación.
-El dinero de los fondos de reptiles, EREs ilegales, comisiones por obras, informes falsos, ONGs fraudulentas y otras chorizadas que se llevan algunos de sus colegas a casa no lo declaran a Hacienda. Ni tampoco lo usan para encender las chimeneas.
-Algunos de estos esforzados políticos han intentado aumentar el cosumo interno gastando dinero público en prostíbulos, camellos, saunas y otros centro de ocio similares. El problema es que existen algunos indicios de que en estos lugares no se declara el IVA.
-Hay rumores de que existen inmigrantes en España sin papeles y sin contratos de trabajo. La leyenda urbana incluso asegura que algunas de estas personas trabajan para empresas “serias” con contratos públicos con ayuntamientos y autonomías que los pagan en negro sin ninguna seguridad jurídica.
-Más pistas sueltas: yates enormes propiedad de nuevos ricos, todoterrenos de lujo por todas partes con contratos de leasing y renting de empresas fantasma, el segundo país del mundo en número de billetes de 500€, el primer consumidor de cemento de Europa en 2008...
En resumen, es fácil echarle la culpa al fontanero que hace una ñapa sin factura. O al transportista que hace una mudanza con un par de rumanos en un fin de semana a escondidas. Pero gran cantidad del dinero negro se ha generado en los alrededores del sector público, de las obras públicas, del mundo inmobiliario, es decir de sectores regulados y vigilados por funcionarios, políticos y sus amiguetes. Y estas maniobras han llevado a contratos innecesarios, encarecimientos absurdos, adjudicaciones a dedo, financiaciones irrecuperables y edificaciones fantasmas. Algún autónomo estará pringado también en estos temas, pero para mí que no son los que más daño hacen.
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